Personal branding: estrategia y habilidades para la integración laboral
La creación de una marca personal sólida es el aspecto clave del proceso en el posicionamiento dentro del entorno profesional. Resulta fundamental seguir ciertos pasos que garanticen una primera impresión de éxito y encontrar así la gran oportunidad.
Abril/2023
Artículo de Eva Mª Muñoz para meKambio
Si te estás planteando acceder al mercado de trabajo, lo primero que vas a observar, cuando estudies la situación, será lo complejo y competitivo que se ha vuelto. Comprenderás por tanto que, para que los empleadores se fijen en ti, es necesario algo más que la cualificación profesional (a la que no restaremos su importancia, ni mucho menos).
"Tu marca personal es una promesa de calidad, de consistencia, competencia y fiabilidad". —Jason Hartman
Qué es el personal branding
Del mismo modo que las empresas trabajan a fondo la imagen que los representa y dedican numerosos recursos en el diseño de su estrategia diferenciadora, dentro de la carrera de las ventajas competitivas, tú tendrás que imitar su funcionamiento si quieres sobresalir de entre el resto de los aspirantes.

Trabajar la propia marca —personal branding— significa, en concreto, promoverse a uno mismo; de tal manera que se pueda mostrar a las empresas el perfil profesional que buscan y destacar sobre el montón. Esta herramienta requiere centrar las acciones en estos tres pilares: competencia, autoridad y red de contactos.
La marca personal es un ente con vida propia, se construye día a día. No obstante, eres tú quien la desarrolla y quien, igualmente, la potencia y controla. Te servirá para generar oportunidades. Te permitirá cumplir las metas que te propongas en el terreno laboral. Es muy importante que nunca quede en manos de la improvisación, ya que requiere de estrategias que modelen tu imagen de manera óptima y eficaz.
Cómo construir la marca personal
El procedimiento se distribuye en varios pasos:
Definir objetivos
♣ Tus metas son lo que tendrás en cuenta en primer lugar. Son las que marcan el rumbo, la dirección de tus acciones.
♣ Tras elaborar una lista inicial, conviene priorizar y concretar los objetivos por orden de necesidad (o de inmediatez).
♣ Se debe cumplir la regla SMART: específicos (specific), medibles (measurable), alcanzables (accepted), realistas (realistic) y cuantificables (timely).
Determinar las características del público objetivo
♣ Un buen contenido, por excelente que resulte, si es demasiado general, no asegura el éxito.
♣ Es preciso enfocarlo hacia el destinatario del mensaje (¿a quién te vas a dirigir?): empresas, otros profesionales, contactos, etc.
Ajustar el mensaje y el tono de comunicación
♣ Ten claro qué quieres decir y cómo lo quieres decir: esto te servirá para sortear los protocolos específicos de cada plataforma.
♣ Positividad y lenguaje sencillo: generan confianza en la marca, que eres tú.
♣ Sobre el tono y la forma: el receptor tiene mucho que decir; así que tendrás que amoldarlo a sus exigencias.
Diseñar el formato visual
♣ Toda marca personal implica su asociación con una imagen representativa de sus características: una visión ajustada a tu identidad.
♣ Requiere que se usen procesos creativos para reflejar determinados elementos de interés (¿en qué resaltas?), así como aquellos conceptos que aporten valor al perfil.
Planificar las acciones
♣ Necesitarás de la estructuración de los movimientos que mantendrán tu marca viva.
♣ Nada funciona al azar, por lo que un calendario de acciones definidas será tu herramienta de gestión y control.
♣ Inquietud, ganas de aprender y curiosidad —junto a grandes dosis de constancia— forman el pack indivisible de esta parte del proceso.
Medir los resultados
♣ Consiste en conocer el impacto generado por tu estrategia de marketing personal en aquellas plataformas o portales por las que está circulando tu marca.
♣ Para cuantificar el rendimiento, podrás valorar, entre otros, los siguientes datos:
- Nivel de alcance: número de seguidores.
- Engagement: likes y comentarios, feedback activo...
- Tráfico web: número de visistas, tiempo de permanencia en la página (tu perfil)...
- Número de suscriptores (blog, RRSS) y menciones.
Las empresas y la marca personal del candidato

Además de lo comentado, debes considerar la adopción de otras maniobras que sirvan para extraer todo el potencial de tu propia marca, que no se convierta en un elemento estático en el universo de las ofertas profesionales. Todo ello comprende prestar atención a los procesos y requisitos de los portales de empleo, para aplicar técnicas de mejora y desarrollo; para obtener, así, el máximo rendimiento y beneficio. En definitiva, potenciarás tu personal branding en todo momento.
"No hay una segunda oportunidad para una primera impresión". —Oscar Wilde
Tanto desde la perspectiva del primer empleo, como desde otras situaciones de cambio que afectan al terreno laboral (ascensos, nuevos planteamientos de carrera o de rumbo, reincorporaciones, etc.), conviene ser conscientes de que los departamentos de recursos humanos andan a la caza de talentos.
Al analizar los personal branding de los demandantes, se presta especial atención a ciertas habilidades que, si bien son primordiales, presentan la virtud de que se pueden entrenar. Y, ¡ya lo sabes!, "La práctica hace al maestro".
Qué habilidades buscan las empresas

Resulta fundamental desarrollar al máximo las habilidades de comunicación y de negociación. Ambas te abrirán oportunidades de acceso al mercado, y —posteriormente— de mejora y progresión profesional. Por una parte, son uno de los aspectos clave para debatir condiciones laborales y salariales; por otra, definen las relaciones con compañeros (ya sea en la línea horizontal del organigrama empresarial, ya sea en la vertical) y clientes. Además, capacitan para elaborar planes de negocio alternativos y trazar dinámicas de argumentación de los objetivos propios y de empresa.
La toma de decisiones es el factor imprescindible que toda empresa tendrá presente para contar con profesionales que representen sus planteamientos con diligencia y una orientación puesta en los resultados. Se relaciona, en gran medida, con las capacidades de liderazgo, que muestran un perfil con rasgos de confiabilidad y uso de metodologías en el trabajo. Los grandes líderes inspiran y motivan: a sí mismo, para empezar; a su entorno y equipos, como secuela directa.
Otra de las cualidades deseadas por las empresas se refiere a la flexibilidad del profesional, por el aporte añadido de habilidades de resiliencia y fortaleza al mismo tiempo. Se trata de personas capaces de evadir las rutinas y alinearse con los objetivos; analizan de continuo su propia personalidad, generando nuevas destrezas complementarias.
Los trabajadores comprometidos e innovadores en su proceder aportan altos índices de rentabilidad; se incrementan, en consecuencia, los niveles de productividad del profesional y de sus compañeros, así como de la empresa en general. Todos ganan en valor, ya que la implicación invita a realizar de manera más específica las tareas asignadas; y la inventiva aplicada a las estrategias empresariales abre las puertas para investigar nuevos procesos de desarrollo.
"La vida es crecimiento. Si dejamos de crecer, estamos muertos técnica y espiritualmente". —Morihei Ueshiba
La facultad de trabajar en equipo y la capacidad de auto-motivación juegan un papel primordial dentro del activo humano de las empresas: son el amuleto de la suerte que proporciona niveles excepcionales de eficacia. Mantener, además, una actitud de disposición hacia un crecimiento profesional continuo, participar de experiencias formativas y trabajar las herramientas de gestión del tiempo harán de ti un firme candidato.