Breve epílogo

10/junio/2023

Para «Turismofobia Zero. 4 herramientas para combatir el rechazo al , de Fátima Sánchez-Reolid Marín

«Nuestras horas son minutos / cuando esperamos saber, / y siglos cuando sabemos / lo que se puede aprender». —Antonio Machado (poeta español) [«Proverbios y Cantares» IV, de su libro «Poesías».]

Recuerdo, cuando de pequeña embebía los primeros cuentos y pequeñas novelas, que a menudo me quedaba con las ganas de saber más: cómo seguía la magia de la historia, qué les ocurría a los personajes al día siguiente, qué pasaría si... (aquí es cuando comenzaba mi implicación inventora, que se ponía en marcha y enredaba la situación, en la esperanza de que el libro no se terminara nunca). Pero así es, los libros, como la vida, tienen un final y, en todo caso, nos queda la opción de incorporar secuelas al gusto (si el autor se anima a dar continuidad a la idea o si, como en mi caso, el lector deja vagar la imaginación y aporta nuevas escenas, para prolongar los efectos de un bypass emocional intenso y mantenido).

El caso es que, tan pronto como tuve la ocasión de leer en primicia el borrador de «Turismofobia Zero. 4 herramientas para combatir el rechazo al turismo» —gracias a la gentileza que tuvo la autora, Fátima Sánchez-Reolid Marín, de pedirme el favor de echarle una revisión para rematar los últimos toques—, supe que no dejaría la obra que se gestaba sin su epílogo correspondiente. Y en dicha tesitura me encuentro, sin saber bien qué decir porque, en lo referente al tema, ella ya lo dice todo.

Así que, allá voy, reconociendo sin miedo que me produce una gran satisfacción colaborar con mi amiga en esta aventura.

Tienes en tus manos, como bien sabrás si leíste el libro en el orden presentado, una profunda revisión del panorama que afecta al turismo y a todo aquello que le concierne, que es mucho. Tienes la oportunidad de decidir tu papel en la función de un sector que, en una medida u otra, nos atañe a todos. Y tienes también la obligación de tomar una posición voluntaria en tu proceder a partir de ahora. No puedes aludir la información recibida. ¡No hay marcha atrás!

La actualidad internacional de la actividad turística la sitúa como uno de los principales actores del sector económico, gracias al aumento de la diversificación del producto y de una competencia entre los destinos que no presenta límites de creatividad e innovación. ¡Qué duda cabe de que su crecimiento incide de manera explícita sobre las fuentes de ingresos de numerosos países! Sus repercusiones van desde lo particular, expande la forma de pensar y propicia el enriquecimiento cultural, hasta lo general, siendo la pieza clave del desarrollo urbanístico y tecnológico de no pocas poblaciones.

No podemos olvidarnos, por otra parte, de lo gratificante que resulta recorrer los maravillosos destinos —eso sí, cada cual a su ritmo y posibilidades— que nos depara el mismo planeta que, incomprensiblemente, aún nos rodea con sus brazos, de seda y mar, y nos arrulla al son del trino de los pájaros.

¿Su tendencia? (La del turismo). Fátima nos la ha mostrado, con delicado esmero y una pasión infinita por su profesión, en esta obra: un enfoque más sostenible, consciente y singularmente interesado por las experiencias locales. Nos ofrece un paisaje completo y estudiado de una situación turística en «modo supervivencia», así como la previsión «casi profética» de las consecuencias que acontecerán si se continúa aplicando una inadecuada gestión de los recursos. No interesa crear confusión ni malentendidos. No se busca interpretar qué es bueno y qué no lo es dentro de la referida industria. La intención pretende aportar soluciones y, sin duda, se nos ha presentado una vía alternativa que merece, cuando menos, ser validada para remar al unísono.

Nos argumenta, asimismo, que la experiencia es, efectivamente, un grado superlativo de valor y que de ésta —de la suma de vivencias del pasado y del ahora— nos toca crear el fundamento vital de una visión futuro que, si lo hacemos con corrección y entrega, será el presente magnífico que soñamos para nuestros hijos y demás descendientes.

Se dice —no sin razón— que la vía oral es el medio de comunicación humana más eficaz, de hecho es uno de los caminos del aprendizaje que mejores resultados regala. Sin embargo, la capacidad que la escritura incorpora a la hora de prolongar en el tiempo las huellas del conocimiento era una obviedad que, en el asunto que nos concierne, no podía dejarse escapar. Como muestra, he aquí el presente ensayo, «Turismofobia Zero. 4 herramientas para combatir el rechazo al turismo».

Ahora bien, la reflexión que corresponde al lector es inmediata e inevitable. Porque esto no va de ti ni de mí, que sí, ni de la autora de la obra, que también; sino de este libro y de cómo va a ser utilizado para  hacer, de su canción, nuestra propia melodía. Esto es, cómo asumiremos cada uno —a título individual— el reto que nos lanza Fátima Sánchez-Reolid para que —ahora sí, de forma global—lleguemos a entender que todo proceso conlleva un trabajo de interiorización que desemboca en la mentalización de una necesidad patente. Consiste en no permanecer estáticos ante el derrumbe de lo que realmente amamos: la vida y aquello que hace de ella una experiencia única.

No puedo menos que felicitarte, mi querida Fátima, por haber tenido la valiente ocurrencia de seguir tu instinto y dejar, con ello, tu impronta en un terreno que tendrá, a su vez, mucho que agradecerte. Gracias por tu fe en ti misma. Gracias por permitir, al confiarme tus letras, mi presencia en este proyecto. Gracias por entregar al lector el valioso don de decidir.